Los píxeles no son pequeños cuadrados con un espectro de color completo. Se componen de subpíxeles dispuestos en una matriz RGB (rojo, verde y azul). La luz emitida por estos subpíxeles se mezcla aditivamente para producir los colores que vemos. Estos subpíxeles son tan pequeños que apenas pueden verse a simple vista. Ajustando la intensidad de cada subpíxel, las emisiones combinadas crean una amplia gama de colores. Esta mezcla aditiva permite a las pantallas mostrar imágenes detalladas y una amplia gama de colores controlando con precisión la luz de cada subpíxel.
La tecnología OLED emplea varias disposiciones de píxeles, cada una de ellas adaptada a las necesidades específicas de cada pantalla. Estas configuraciones influyen en todos los aspectos, desde la precisión del color y el consumo de energía hasta la complejidad y el coste de fabricación. Comprender estas diferencias es crucial para seleccionar la pantalla OLED ideal para su aplicación.
¿Por qué el tamaño de los píxeles OLED es diferente?
En este diseño, los subpíxeles rojo, verde y azul varían de tamaño. Los subpíxeles azules son los más grandes porque tienen la menor eficiencia de emisión de luz. En cambio, los subpíxeles verdes son los más pequeños porque tienen la mayor eficacia. Esta diferencia de tamaño es esencial para optimizar el rendimiento de la pantalla, garantizando que cada color se represente con precisión y manteniendo al mismo tiempo el brillo general y la eficiencia energética de la pantalla OLED.